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El creciente fenómeno de los ‘booktubers’ llega a las aulas

La figura de estos influencers literarios se integra como un instrumento educativo para fomentar la lectura entre niños y adolescentes

El fenómeno booktuber, protagonizado por personas, en su mayoría mujeres, que utilizan su canal de YouTube para hablar y compartir su amor por los libros, ha crecido exponencialmente en los últimos años hasta el punto de ampliar su campo de influencia a otras redes sociales, como Instagram (bookstagram) o TikTok, y de contar entre sus filas con usuarias —ya influencers de la lectura— que han sido capaces de crear comunidades con más de 100.000 seguidores, en su mayoría adolescentes y jóvenes deseosos de conocer nuevos títulos sugeridos por sus prescriptoras literarias de cabecera.

“La experiencia nos demuestra que los mejores prescriptores de lectura para los niños y adolescentes son sus iguales, ya sean compañeros o referentes en redes sociales. Cuando un booktuber admirado hace una recomendación o una propuesta literaria, esta siempre va a ser más considerada que si esa misma recomendación viene de un profesor o de un familiar”, señala Pablo Morillo Pérez, director general de la Fundación José Manuel Lara, una entidad dedicada al fomento de la lectura y el apoyo a la educación como motores de transformación social.

Partiendo de esta evidencia, no son pocos las y los profesores que están apoyándose en el boom de los booktubers como herramienta para despertar el interés por la lectura entre sus alumnos, a la vez que desarrollan otras competencias académicas. La experiencia Desarrollo de la competencia comunicativa a través de los booktubers, llevada a cabo en el CEIP Los Giles de Las Palmas de Gran Canaria, ha sido distinguida, por ejemplo, entre las 35 finalistas de la XI Edición de los Premios a la Innovación Educativa y Experiencias Docentes Innovadoras que se entregarán en Simo Educación 2023.

Nuevo proceso de aprendizaje

Un booktuber explica de qué va un libro y qué le ha parecido. Nosotros lo que hemos hecho es llevar esa idea al aula como el producto final de todo un proceso de aprendizaje alrededor de la lectura”, explica Esteban Gabriel Santana, director de este centro canario, quien señala que a través de esta iniciativa, llevada a cabo en todos los cursos con adaptaciones en función de la edad de los estudiantes, los niños y niñas trabajan todos los aspectos de la competencia comunicativa: la escucha, la lectura, la escritura y la oralidad. “Al final, con este proyecto, los niños leen, los niños escuchan, los niños hablan y los niños escriben, porque para llegar a hacer el vídeo de booktube previamente tienen que hacer un guion”, argumenta.

La Universidad Internacional de Valencia (VIU) y la Fundación José Manuel Lara entregaron el pasado mes de octubre, en el marco de la Feria del Libro de Sevilla, los premios del certamen Enseñamos a leer, que reconoce las mejores iniciativas para fomentar la lectura de docentes, bibliotecas y futuros profesores. Entre las premiadas estuvo Mónica Mena, profesora del IES Cilniana de Marbella (Málaga), por una propuesta didáctica que pretende acercar a los estudiantes de 2º de la ESO a la lectura a través del uso de herramientas digitales, teniendo como elemento central la figura del booktuber.

El gancho tecnológico

“Siempre he sido una apasionada de los libros y, por tanto, me gusta transmitir a mis alumnos la pasión por la lectura. Sin embargo, esta labor no es fácil de conseguir. Todos somos conscientes de la pérdida de interés por los libros en esta edad. Sin embargo, se ha evidenciado el aumento de lectores de webs y blogs, y el uso de las redes sociales, por lo que si el recurso a las nuevas tecnologías hace que consigamos acercar, aunque sea mínimamente, la lectura a los adolescentes, la propuesta habrá merecido la pena”, reflexiona Mena.

La docente reconoce que en un principio los alumnos se muestran reticentes al hecho de grabarse y visualizarse delante de los compañeros. Sin embargo, matiza, esta reticencia dura poco y acaban enganchados a las nueve actividades que conforman la propuesta didáctica, en las que los adolescentes trabajan también la escritura, la lectura y la oralidad: “La propuesta culmina con la actividad ¡Silencio se rueda!, en la que el alumnado tiene que elaborar su propio vídeo, que luego será proyectado al resto de compañeras y compañeros, pero por el camino hemos fomentado la creatividad y la imaginación y, por supuesto, hemos utilizado herramientas digitales, cosa que les encanta”, añade Mena.

Además de todos estos beneficios a nivel del desarrollo de destrezas comunicativas y de fomento de la lectura, Esteban Gabriel Santana destaca otra ventaja de estas iniciativas que tienen a los booktubers como protagonistas: eliminar el estigma a todo aquello que tiene que ver con internet y las redes sociales. “Para mí esta toma de conciencia de que en las redes sociales no todo es negativo me parece importantísima. Tenemos que mostrar a los niños y adolescentes que también podemos aprender cosas a través de ellas. La muestra más clara es la cada vez más amplia red de booktubers, que existe y que tiene mucho para enseñar”, concluye.

Prescriptores digitales para (crear) lectores en papel

“Cuando les he hablado de la figura del booktuber, el alumnado generalmente no sabe a qué me estoy refiriendo. En cambio, todos conocen la definición de instagrammer o influencer”, lamenta Mónica Mena. Una percepción que comparte Pablo Morillo, para quien los booktubers son todavía anónimos para las grandes masas. “100.000 seguidores no son muchos en un entorno online. No tienen el impacto mediático de los youtubers”, señala el portavoz de la Fundación José Manuel Lara, que considera que ir introduciendo estos perfiles “anónimos” en los entornos de lectura “podría darles una mayor notoriedad” entre el alumnado. 
Su reivindicación la secunda la profesora del IES Cilniana de Marbella (Málaga): “Si acercamos la figura de booktuber y conseguimos que se conviertan en influyentes prescriptores de lecturas, trasladando su emoción y ejemplo a los alumnos, es posible que hagamos de algunos de estos alumnos unos futuros grandes lectores”, apostilla Mena. 

 

 

 

 

 

 

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