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Sin latín y griego desde el inicio de curso y en año de Evau: “Haremos el mismo examen que los que están más preparados”

La falta de profesores de Cultura Clásica en Andalucía dificulta la sustitución de las bajas en una asignatura que los docentes consideran arrinconada: “Nos están eliminando, pero quienes pierden son los alumnos”

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Los ocho alumnos del IES Alto Almanzora de (Tíjola) que estudian Latín y Griego en 2º de Bachillerato y sus padres.

Celia Fernández y Míriam Manjón llevan desde el comienzo de curso sin profesor de latín y griego. Lo que parecía un contratiempo pasajero —hasta que nombraran un sustituto para su profesora titular, de baja por maternidad― se ha convertido en una de sus principales preocupaciones. Están en segundo de Bachillerato de Humanidades y el latín es una asignatura obligatoria en la Evau y el griego pondera y desde el centro ya les han advertido de que es muy posible que las clases no se retomen hasta después de las vacaciones de Navidad porque las bolsas de docentes de Cultura Clásica están bajo mínimos. En la misma situación que ellas, que estudian en Tíjola (Almería) se encuentran compañeros de otros nueve centros andaluces, que están teniendo dificultades para que las vacantes en esa asignatura se cubran. “No es justo que tengamos que hacer el mismo examen que el resto de compañeros que llegan con mejor preparación”, se lamenta Celia.

Fuentes de la Consejería andaluza de Desarrollo Educativo reconocen las dificultades que está habiendo en este tipo de sustituciones porque a la escasez de profesores en la bolsa se suma el hecho de que los docentes se inscriben solo para las ofertas en provincias concretas y la decisión de escoger las plazas es voluntaria, por lo que hay territorios en los que no hay aspirantes. La consejería ha llevado a cabo oposiciones, la vía habitual para proveer las bolsas, y ha realizado dos convocatorias de bolsa extraordinaria, la primera de ellas convocada en marzo y con resolución definitiva el 29 de septiembre (siete profesores se incorporaron a los centros), y una segunda, con trámite de urgencia, el pasado martes. Desde la administración indican que hay muchos profesores en situación de inactivos voluntarios y que se les está llamando -también a los activos- por teléfono para que se incorporen. Los problemas para encontrar sustitutos son tales que se ha autorizado el llamamiento a personas de la bolsa de Lengua y Literatura que tengan licenciatura o grado en lenguas clásicas.

En el IES Alto Almanzora de Tíjola ningún profesor sustituto se ha ofrecido a cubrir la baja. La dirección del centro, viendo que pasaban las semanas sin encontrar solución, ha llegado a contactar a través de foros de profesores de latín y griego con hasta 15 personas “en condiciones de poder impartir la asignatura”. “Pero al no estar en la bolsa, la administración no puede seleccionarlos”, señala José Antonio Sánchez, el director del IES, que sostiene que la Consejería podría aplicar alguna fórmula alternativa como apelar a puestos especiales. “Este es un itinerario oficial que ofrece la propia Junta de Andalucía, pero no hay docentes en las bolsas. A las familias no se les puede dar una explicación lógica”, recalca.

Una situación similar están atravesando los alumnos del IES Albaida, también en Almería, donde llevan sin impartir clase de latín y griego desde octubre. “Mala solución tiene un problema cuando no hay profesor”, reconoce su jefe de Estudios, Roberto García, que añade que cuando algún docente ha llamado para interesarse por la plaza ha tenido que declinar “porque, aunque sabe latín, no ha estudiado griego”. Andalucía cuenta con 597 profesores de Cultura Clásica (pueden impartir latín y griego), 83 de latín y 43 de griego, que en el caso de 2º de Bachillerato imparten clases a 6.087 estudiantes de latín y 3.843 de griego, según los datos facilitados por la consejería.

La especificidad de esta asignatura impide que el IES Alto Almanzora pueda reorganizarse para tratar de suplir la ausencia tan prolongada de un profesor —que en caso de Cultura Clásica imparte ocho horas semanales―, reconoce Sánchez. “Aunque hay compañeros que pueden tener nociones de latín o griego, no se van a responsabilizar de la preparación de unos alumnos que van a examinarse de selectividad y tampoco se les puede exigir”, señala.

En su centro, no obstante, un profesor de Lengua está ayudando a los ocho alumnos de 2º de Bachillerato con la parte teórica, donde sobre todo se da Literatura “Eso podemos estudiarlo por nuestra cuenta, aunque tampoco tengamos temario, pero donde necesitamos que nos enseñen y nos corrijan y donde es imprescindible el apoyo de un profesor es en la parte de la gramática”, dice Míriam. Su madre Carmen Quirós es la delegada de padres de su curso y ha tenido ya varias reuniones con la dirección del centro. “Nos han trasladado que, si no aparece un sustituto en este tiempo, que es lo más probable, contaremos con profesor, pero ya a partir de enero y eso es mucho tiempo perdido para los alumnos. Están desesperados”, explica.

Una salida que tampoco satisface al director -”en enero ya es tarde”, sostiene- y que tampoco alivia a las alumnas. “No sé cómo vamos a ponernos al día con tantos meses de retraso, teniendo en cuenta además que también tenemos otras asignaturas”, dice Míriam. “Es complicado prepararse la gramática y no vamos a llegar con la misma experiencia en traducción a una selectividad en la que además compites con alumnos de otras provincias y de otras Comunidades Autónomas”, abunda Celia. Ellas, además, tienen también muy presente que este año la Evau se adelanta a mayo, por lo que el margen de preparación se constriñe mucho más.

“No nos podemos dar a conocer”

Los profesores que imparten esta materia son muy conscientes de los problemas que se generan en torno a una asignatura cuya importancia ha ido quedando arrinconada en las sucesivas leyes educativas. “Esto es como la serpiente que se muerde la cola, se ha apostado por la Ciencia y, por tanto, los centros van eliminando la oferta de Clásicas. Como no podemos sobrepasar las 18 horas lectivas, si queremos dar optativas y nos pasamos, al no poder contratar otro profesor porque no hay y no es rentable, se eliminan y al final los grandes perdedores son los alumnos porque no nos podemos dar a conocer”, explica Emilio Canales, presidente de la asociación Cultura Clásica.

Canales explica cómo las bolsas de Cultura Clásica se vacían relativamente rápido precisamente porque no están muy llenas “pero luego a la hora de echar mano de las bolsas extraordinarias siempre se da preferencia a las asignaturas troncales”. “Somos pocos y nos están eliminando y los compañeros se están hastiando”, añade Manuel Cirera, profesor de griego en el IES Diego Rodríguez de Estrada en San Juan del Puerto (Huelva) y miembro de la plataforma Escuela con Clásicos. Él es autor, junto con Jesús Toribio, de un estudio realizado el año pasado en los centros de Secundaria andaluces que pone de manifiesto la paulatina desaparición de la asignatura de griego, que ha visto reducida su presencia en las aulas en un 18% en 1º de Bachillerato y un 20% en 2º. Un porcentaje que se eleva hasta el 30% y el 33%, respectivamente, en otro sondeo que realizaron sobre la situación de la enseñanza de Humanidades en toda España.

“En Andalucía se ha decidido que no se imparten asignaturas con un número inferior a 15 alumnos y eso se cumple en optativas de Cultura Clásica o en griego, pero no en dibujo o religión”, señala Canales. “Como el latín y el griego están postergadas, nos van eliminando”, abunda Cirera. Ambos reivindican la importancia de la Cultura Clásica: “Ofrecemos claves para interpretar la realidad, sin ellas los alumnos se pierden y no valoran lo que les rodea”, indica Canales. “El idioma de la Medicina, el de la Ciencia es el griego, pero el mercantilismo actual ha posicionado las ciencias por encima de las letras y no se trata de algo incompatible”, apunta Cirera.

Celia también reivindica la importancia de la Cultura Clásica: “Está desapareciendo y si no hay jóvenes que la estudien, corremos el riesgo de que quede en el olvido. Todo viene de allí, no es comprensible que no se estudie”, señala. La ausencia tan prolongada de su profesor le ha provocado angustia ante su futuro inmediato con nombre de Evau, pero le ha servido para arrojar claridad sobre sus expectativas posteriores, “Voy a estudiar Filología Clásica para ser profesora y tener trabajo asegurado”, dice con seriedad. “Hay un resurgir en el interés de la Cultura Clásica, pero la generación actual está ya envejecida, más de la mitad estamos por encima de los 50, a corto plazo no va a haber profesores para cubrir esas vacantes”, advierte Cirera.

 

 

 

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